¿Donde esta tu corazón ahora?...
Según estadísticas de conocidos, el tuyo esta adentro de una cajita, o todo roto.
Gracias al conocerme podes decir que esta en la suela de mi zapatilla.
Gracias a esto, tus amistades consideran que si es que yo poseo uno, esta adentro de una heladera.
Gracioso esto de las habladurías… me puse a pensar, todos son unos falsos, incluida yo en la Mcpromo de la cajita infeliz.
Pensaba en lo patéticas que son algunas costumbres. Pensaba en que mi apellido se escribe en ingles, porque es ingles. Pero yo no soy inglesa. Pensé que la gente normalmente necesita el gafete en la ropa con el nombre, sino no sabe quien es.
Las cosas que lo definen a uno, no son la edad, sexo, nacionalidad, provincia, idioma, estatura, apariencia, gustos, etc. Las cosas que lo definen a uno van más allá del perímetro “carne”.
Hay gente que es llamativa, gente que no, hay gente infeliz y gente hipócrita, hay gente común, pero nada especial.
La gente que otros creen especial, es solo especial porque otros le otorgan ese titulo, así como el nombre, la nacionalidad, la provincia, etc.
Una chispa de chocolate se cae al fondo del cucurucho.
A quien carajo le importa si te destruí o no? ya eras un remilgo de persona cuando tocaste a mi puerta. Por lo menos eras persona.
Descubrí lo autómata que fui al atenderte, adormecida por un poco del sueño humano de estar acompañado, sin importar qué es lo acompaña a uno, si es que se puede considerar a alguien que no te entiende, a un conformista como tal cosa.
Ahora se que soy, soy una cosa extraña de sensaciones varias con pensamientos oscuros y muchas vueltas encerrada en el perímetro “carne”.
Mira como me mutilo con un alicate!!!, mira como me muerdo las uñas!. Mira, mira como me muerdo la lengua para soportarte.
Tarde…la hora de ivernar pasó; salí de la heladera, corrí con todas mis fuerzas hasta el Bv. San Juan, y tal vez fue ahí que te pisotee un poco con mi zapatilla. Tal vez fue que me encontré con alguien parecido a mí; por eso corría desesperada derribando las paredes para verlo.
Alguien me tiro un globo lleno de agua desde una ventana. Seguro que era yo misma jugando al karma (y nadie tiene porque entender esto) y fue entonces que entendí, que a mi, no me importan ni la nacionalidad, ni las raíces, ni las edades, sexos o perímetros.
Mi propósito ahora es demostrar que tu cerebro estaba constituido por un raviol, por eso te deje. Iba siguiendo mi propia voz que me llamaba desde otra ventana, y tal vez en el camino iba escuchando todos los insultos “que hija de puta como lo va a dejar así”, “que forra”, “que hija de puta”, “lo re basureo”, “que pendeja de mierda”, etc.
Yo te quería dejar porque me di cuenta que no te quería, y lo hice.
Quise salir con alguien que si tiene algo “especial” para mi, también lo hice. Si quiero poner que todos los que digan algo malo de mi actuar son unos imbeciles…lo acabo de hacer.
No voy a dejar que nadie me limite, ni me haga sentir mal por como soy o pienso.
Quieren decir que estoy equivocada, bueno la tierra es cuadrada. Les doy el placer de decir lo que quieran, su criterio poco me interesa.
Pero si no es cuadrada…¿como me explican las cabezas cuadradas de tanta gente?
A veces lo que otros consideran malo, es lo bueno para uno. Si mi corazón esta con otro y eso esta mal, lo acepto, porque soy una desconsiderada.
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