viernes, 21 de noviembre de 2008

No podre pintarme las uñas, pero si un cuadro

No podre diferenciar entre una falla y un error, el que la dialéctica y los respectivos significados sean opuestos en mínimas partes como para generar una diferencia ínfima entre ambas definiciones.
No podre jamas comprender a los optimistas que te sonríen sin una carie; así como no entiendo que habiendo palabras para cada terminologia, descripción,clarificación, etc. la gente no consigue comunicarse.
No podre decir todas las injusticias que se cometen a diario (aunque sean diminutas y me causen indignación) porque me gana la introversión.
No podre diferenciar casa-trabajo, facultad-trabajo-casa, casa-problemas-trabajo-facultad; lamentablemente no poseo de una alteración mental que aisle cada una de mis emociones según circunstancias, locaciones e individuos.

Y mucho menos de todas las cosas que me siento incapaz de realizar por el simple hecho que no quiero, o no puedo se encuentra el pintarme las uñas. El bello arte de cubrir la uña de una capa homogénea de liquido espeso, para lograr un color parejo dentro de los margenes marcados por el perímetro "CARNE", no es una de las cualidades que yo posea. Pero si bien no puedo pintarme una uña, puedo pintar un cuadro; no podre diferenciar entre palabras que expresan algo fallido, pero se cuando hice algo mal. No puedo ser optimista, pero ¡que delicia que es la ironía!. No podre comunicarme completamente con toda la humanidad por alguna falencia del lenguaje o de la misma humanidad... pero puedo hacer la sombra de la cabeza de un perrito con mi mano en la pared.
Sabiendo todo eso ni pensar el hecho de andar en busca de la verdad todo el tiempo, si se cuando callarme y cuando hablar.
Lo único que si se por seguro es que sino me dicen las cosas de frente, yo no me entero lo que sucede (porque no soy adivina), que cuando tenes un problema tenes que hablarlo, un miedo...enfrentarlo.
Pero cuando hablamos de una duda... Ahí ya no se.


1 comentario:

Edgar B dijo...

Cuando hablamos de una duda… eso es lo bueno de la ironía. Que puede hacer pasar ignorancia por inteligencia o hacer que algo absurdo suene inteligente y al revés. Creo.
No sé que tiene que ver esto con pintarse las uñas, pero lo bueno es que sepas por qué no podés hacerlo, así como sabés por seguras otras cosas. Además, las adivinas que yo conocí tenían uñas largas y pintadas. Tal vez sea por eso…
No sé.