No puedo retarte por tu desperfecto comunal, o tu falta de orden; todo babilonia esta compactado, tu chatarra que se pega entre si, el humo que la envuelve.
Todo es parte tuya, tus elementos en descomposición, todos fundidos, despegándose por partes, por partes; entonces, no babilonia, no te puedo negar porque soy parte tuya.
Tus entrañas de cemento gritan mi nombre, yo te respondo.